Eran sus manos tan pequeñas y más seguras que las mías las que me sostenían ese sábado a punto de abordar... las cosas se ponían complicadas pero era hora de actuar.
Es tan diminuto y frágil, tan travieso e independiente, lo vi atado a mi mano derecha, el volteó a verme y pude decirle:
- Estás listo? -
- Sí mami, estoy listo- contestó
Aquel hombrecito no pudo darse cuenta de lo que significaron sus palabras en ese momento, mi cuestionamiento se basaba en un nuevo viaje, un nuevo rumbo donde solos emprendíamos los dos, sin embargo él se siente seguro de estar conmigo y me ama sin juzgarme incondicionalmente.
Abordamos el autobús, de pié, sentía que toda la gente nos observaba, él se sentó sobre la única maleta que llevábamos donde solo cupo alguna de su ropa; la maleta de las emociones era más pesada, en sus manos una bolsa con tres churros de azúcar ,me miró y sonrió.
Por la ventana, bajo una tarde nublada y lluviosa vi como todo se alejaba, poco a poco me sentí más ligera, mas libre, con más amor, pude respirar más puro que nunca, ya no había miedos, sí aún muchas cosas que acomodar, pero ya éramos solos los dos en el mundo y por el mundo y no saben que bien se siente eso!
Bajamos, el seguía de mi mano, el mundo nos observaba inquietante y sí, íbamos los dos, quizá resaltaban mis ojos llorosos o.... no, eran mis huellas, que jamás fueron más grandes y profundas.
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1 comentario:
Cómo es posible que nosotras, siendo como somos unas chingonas pase esto lunes, 18 de junio de 2012...
Cómo dejamos que nos hagan eso puta madre...
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