miércoles, 1 de abril de 2015

De un viejo café (Parte I)

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"Paso por ti a las 8 :D " - decía el mensaje de wahts! y como siempre, como cada sábado y como cada mensaje de whats de él, se me revolvía el estómago de la emoción, se me aceleraba el sistema digestivo y mi cuerpo y emociones por completo entraban en caos! Dios, hacía mucho que no sentía tanta adrenalina recorrerme y hacía tanto que lo extrañaba, eran más de siete años que habíamos estados separados tan lejos y tan cerca, vivos como el primer día en nuestros recuerdos, mis 6 años de matrimonio y finalmente hace poco más de cuatro meses la vida había confabulado para hacernos coincidir y desde ese momento no dejarnos desprender nuevamente, yo ya estaba divorciada comenzando a conocer de nuevo la libertad, él... él tan libre y tan mágico como siempre.

Cual puberta me instalé en mis mejores galas, bueno, al menos las que creí me sentaban mejor para que el pudiera verme hermosa y puntual llegó a las 8 de la noche! al verlo lo abracé, ese olor, ese antiguo olor que había estado persiguiéndome años estaba ahí de nuevo, nunca supe cual era la loción que usaba pero siempre tuvo su nombre... pues bien, con su enorme sonrisa me dijo: _Te tengo una sorpresa, me dejas vendarte los ojos?_ y era imposible decirle que no, confiaba plenamente en él.
Subimos al auto y con los ojos vendados traté de adivinar el camino, las curvas y vueltas me indicaron que salíamos de la ciudad para instalarnos en otra y llegamos ahí, a la ciudad testigo de nuestros 5 años de historia, de nuestra historia de amor, emoción y plenitud, podía apreciar el olor de las calles, de la tierra, del ambiente y no puedo negar que temblaba un poco de emoción, la vida al fin  me había recompensado. El auto se detuvo, en todo el camino él había decidido sólo ponerme canciones  y yo sólo me había permitido soñar, oler y sentir, abrió mi puerta y tomó mi mano, con cuidado salí y quitó la venda de mis ojos, no me había equivocado, llegamos a la puerta de un café turco, nuestro viejo café turco y si, me sentía como aquella niña de 20 años a la que le revoloteaban las mariposas o los intestinos en el estómago, _vamos?_ dijo... asentí.
Bebimos café, reímos, recordamos, reímos, tomaba mi mano, reímos y reímos y reímos y entonces así, tomado de mi mano de repente frenó su risa y permitió el paso del silencio, podía notar en mi cara los ojos de borrego que me hacía poner, vaya, el no era el más guapo, ni el más alto, ni el más fuerte pero estaba segura que era mío, siempre había sido mio.
_Ha pasado mucho tiempo, hemos cambiado la historia, hemos tenido más historias y ha llegado gente nueva, gente importante y gente pequeña y estamos de nuevo aquí, como hace 8 años, en el mismo sitio, las mismas personas, tu y yo y la misma ciudad que fue testigo hace años del inmenso amor que sentía por ti será ahora testigo de mis palabras, porque ha habido tiempo y distancia que se habían empeñado en mantenernos lejos pero no fueron suficientes, siempre has sido mía aún sin que te hayas dado cuenta, siempre he estado oculto en tus sonrisas y tu en las mías, siempre has estado ahí cuando te he necesitado aunque hayas luchado por no estar y el mundo ha conspirado por regresarte tu libertad de ser tu y de volverte a poner en mi camino a esa niña que perdí por años_ (para ese tiempo yo ya lloraba sin darme cuenta) _ quiero pedirte Andy que podamos darnos la oportunidad de sentir de nuevo, llevamos cuatro meses saliendo y sé que hemos cambiado, que hemos vivido cosas, lindas y  horrendas que nos han hecho transformar nuestras personas pero jamás he estado más seguro que eres tu y no puedo, no me permitiría dejarte ir, no otra vez, no porque eres mía_