miércoles, 28 de diciembre de 2011

de chile verde y rojo...

Ya se, ya se ya se que tooodo el mundo escribe post de Navidad para estas fechas y es que no es para más!!!, los tamales, los buñuelos, los regalos (incluyánseme dos por favor, navidad y cuempleaños), la familia, los abrazos e inlcuso las lagrimitas...
Era un diciembre de hace ya varios años, como muuuuchos diciembres que aún recuerdo, que siempre eran casi iguales e igual de esperados cada año.
Desde el día 23 comenzaban mis festejos de cumpleños, mañanitas en la cama, pastel y regalos en las odiosas bolsas de "Feliz Navidad" porque en esas fechas escasean las de "Feliz cumpleaños"... el día 24 nuy temprano nos alistabamos para ir a casa de mi ebuelita, la tradición establecía el hacer tamales para casi todo el pueblo y si no, al menos para la comadre, la madrina del niño dios, la amiga de la comadre, la vecina de la amiga que es tan re'guena gente y demás anexos que se anotaban para la ocasión... osea que en verdad hacíamos un chin... digo.... muchos tamales.
Como las generaciones de niñas ya éramos como cuatro, la comitiva de los tamales se armaba de la siguiente manera, mi abuelita se dedicaba única y exclusivamente a batir la masa "no, no, eso dejenmelo a mi, ustedes que van a saber" decía haciéndonos a un lado a todas!!!, mis tias se encargaban de la carne en chile rojo, el picadillo en salsa verde, el queso y las rajas y una exclusivamente a hacer los buñuelos y el atole... huyyyy, era todo un deleite ver cómo estiraba los buñuelos en la rodilla y llenaba toda una mesa de rodabas de masa...
Ya todas listas con los elementos necesarios nos enfundabamos de cucharas y manos a la obra!!!!, las mas pequeñas hacían los de nivel 1, principiante o mejor conocidos como los de azucar, no tenían mucho chiste y eran muy aburridos, nivel dos era ya embarrar la masa en las hojas, bien embarradita pa que queden ricos, nivel tres ya eran de picadillo en salsa verde o rajas con queso (mis menos favoritos) y nivel master los adorados de chile rojo con "harta carne" y así, año con año íbamos subiendo de nivel según nuestro crecimiento y conocimiento en el mundo de los tamales.
De los años que más recuerdo es cuando llegué a nivel "Master" huuuuuy, los rojos eran mios!!! según las órdenes de la capitana (mi abuelita) era "ponles harta carne" y así lo hice!!, estaban que escupían los tamales de carne, es más ni siquiera los podría cerrar de tan panzones que estaban!!! obviamente quedaba más de la mitad de masa y yo ya no tenía municiones! fui despedida del comité por haber desproporcionado la cena jajaja pero a ver... que alguien me diga que no fueron los tamales mas ricos de todas las navidades!!!!!
Después de terminar, cada familia nos despedíamos para irnos a quitar el olor a masa que traíamos y regresabamos al arrullo del niño y a degustar nuestras delicias, vaporera tras vaporera salían de la estufa anunciando la cena lista, todos alrededor de la mesa comenzabamos la carrera de "a ver quien se come más tamales" y así eran... 10 tamales, 12, 16, 5??? huuuy que poquitos...
y cada navidad era lo mismo y saben? nunca, nunca me cansaban...
Navidad no huele solo a tamales, huele a historias, experiencias y a mi abue que desde el cielo seguro tiene una comitiva provisional para hacer tamales mientras llegamos...