miércoles, 13 de agosto de 2008

Un manual del corazón???

Oh! Dios!, que complicadas son las cosas a veces, o, que complicadas las hago, que complicado ser mujer o de esta clase de mujer; a veces me pregunto si es que todas las mujeres o sólo yo tendremos ese complejo alucinógeno que a veces nos impide ver la realidad y nos hace ver cosas que quizás ni sean, ni existan, ni serán y ni existirán.
Después de darle un merecido brake a mi corazón, sanarlo, consentirlo, divertirlo, quererlo y curarlo resulta que un día me decido a proponerle un nuevo amor, una nueva ilusión de volverse a enamorar, las propuestas que me rodeaban eran buenas, es imposible no ver los defectos y atributos de quienes nos rondan, así que saqué mi balanza y comencé a ver los pros y contras de cada individuo.
Siempre he dicho que quizá aún no se bien lo que quiera como pareja, pero si estoy bien segura de que es lo que no quiero, ahora sé (quizá muy limitadamente) que es lo que me destroza y que es lo que ilusiona y me da baterías, pues bien, me decidí por aquel niño que me sigue desde la preparatoria (estamos hablando de siete años aprox...fiuuuu, un buen rato ¿no?)
¿Por qué él?, es sencillo, porque confío en él, confío (o confiaba) en que él era la persona que podría poner a funcionar nuevamente mi corazón, porque es (o era) él quien aceleraba mi ritmo cardiaco, y porque me provocaba las dichosas mariposas en el estómago (según para mi, una buena señal).
Pues ahí iba yo de nuevo, encaminándome al tortuosoo viaje de la ilusión, a todo esto, había un gran peeeeero, el fulanito en cuestión tenía novia, oh Dios!.
No iba a precipitarme y me dije, bueno, si él ya te ha esperado tanto, ahora tú tienes que esperar y así lo hice, no fue mucha mi espera porque más pronto que rápido terminaron (a esto quiero aclarar que yo no tuve nada que ver, desconozco los porqués ), al día siguiente él me hace oficial el comunicado del rompimiento, yo ni me emociono, trato de mantener la cordura, aunque era inevitable que la ilusión dentro de mí se acrecentara; él me cuestiona con el famoso "tu y yo, que onda?", yo, en plan de hacer las cosas bien le digo que se tome un tiempo, típico de una niña que no se quiere ver avorazada con el pastel, el opina que está bien.
Todo marcha perfecto, soy la burla de mis amigas porque parezco una puberta con el primer amor, llamadas frecuentes hasta que...
¿2 años de noviazgo terminan así de fácil?... ¿puedo realmente con eso?... ¿la regué?...
las ideas sobrevuelan nuevamente mi cabeza.
El fin de semana el se portó muy indiferente (según yo), aunque puede ser que mis complejos estén alterando la situación.
Ayer me dijo que iría a mi casa, no fue, discretamente me hacía la que no esperaba a nadie, inconscientemente lo hacía y mi espera se quedo en eso... en espera, fulanito jamás llegó, ni un mensaje ni nada.
quizá quiera reconciliarse con su novia, quizá quiera darse mucho tiempo a solas!
ahhhhhh!!!! ya no puedo con la incertidumbre de lo que está pasando (y eso que es el principio), de verdad puedo confiar en él????
Ahora me muero de intriga, no sé que está sucediendo, no se que piensa y yo, al contrario, pienso tan tan demasiado que me está comenzando a costar trabajo dormir (y odio eso), soy de las personas a las que antes de alterar mi armonía prefiero mandar todo al diablo, ¿que jodida necesidad tengo de fregarme la existencia?

Y, es entonces cuando me pregunto, ¿por qué el corazón no viene con un manual? sí, un sencillo manual que te indicara como manejar tu corazón en determinadas situaciones, cómo hacer para que no se desgaste tan pronto, cómo detectar el foco rojo que indica "peligro", cómo darle mantenimiento después de una partida de...corazón, cómo hacer que se relaje después de latir tan pronto y tan rápido, cómo saber cuando es luz verde, y ya de paso, si no es mucho pedir, que viniera en promoción (como los infomerciales de tv) que fuera algo así de "si llama ahora o en los próximos cinco minutos, le obsequiamos, en la compra de su corazón, el libro de recetas caseras de la abuela para aliviar corazones jodidos"... así yo quiero mil, bueno, al menos uno nuevo.

Mientras.. ya me voy, tengan por seguro que estoy esperando a que fulanito me llame y me aclare que sucedió, bueno, quizá ya ni me hable, como sea, mientras me voy a cenar ese pozole verde que me trajo mi mamá porque tengo mucha hambre, al menos así ocupo mi mente en degustar mi cenita y dejo de pensar estupideces.

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