Sáquenle el chamuco...

Si mi memoria de elefanta no me falla (y es neta que soy olvidatodo, olvido cumpleaños, caras, nombres etc. etc.) tendría yo como 18 añillos, peque la nena, cuando decidí internarme en un llamado "encierro de cristiandad" llevado a cabo por mi santa iglesia católica representada por un grupo de numerosos jovenzuelos entre los que estaban algunas amigas mias y mi hermano que me convenció que entrara al citado lugar para q me exorcizarán y me sacaran al chamucho, cosa que no entiendo, jamás lo he sentido pero bueeeeno; sí, sí, acababa de cumplir mis 18 en diciembre y el encierro ese era en Enero, los primeros días de enero... empezando...imagínense el frío...

Me pidieron algunos cambios de ropa, artículos de limpieza personal y un corazón muy abierto...haaaaaay no mause mickey... pero ahi voy ... a vivir la experiencia...

No recuerdo que día fue el que llegué, pero si quiero reclamar a los 4 vientos que: cuando mi hermano entró a ese mismo encierro harían como unos 5 o 6 meses atrás, mi madre le lloraba y lloraba "su pobre e indefenso hijo" recluido ahí en manos de quien sabe quien, comerá bien? dormirá bien? se acordará de mi? decía una y otra vez y casi cada noche íbamos, a petición de ella, a postrarnos a las puertas de aquella casona vieja donde estaba internado su hijo en proceso de "sanación espiritual" y cuando yo entré al encierro ese nomás fueron y me tiraron ahí en la puerta con todo y mis tiliches y jamás regresaron hasta que salí...sin saber lo que me esperaba dentro...

Ya estando todos los ahí presentes contentos de habernos encarrilado al bien, los "padres" que así se les llamaba a los guías, nos dividieron: niños por aquí, niñas por allá y nos entregaron a nuestras habitaciones con camas literas de masomenos 6 personas por habitación con un baño inluído para todas he! no para las 6 nada más sino para las 30 chicas masomenos que éramos...no mamn de nuevo... pero ahí estabamos muy contentas como en una puberta y absurda pijamada de desconocidas que pretendían ser amigas...ajá

Más que entrar al camino del cielo, la verdad es que para mi fue como el mismo infierno... todos los días teníamos "misa de gallo" a las 7:00 a.m. (con el méndigo frio de enero...no manches!), ah! pero esto después de haber tomado tu respectivo baño comunitario de 5 o 6 personas por tanda... hasta creen!!! aguanto que me saquen casi empapada del baño a misa mañanera a explicarme el por qué del color de las sotanas sacerdotales pero de eso a bañarme y que otras observen mis "cositas" ni madres...

Así que invadida por mi pudor, me esperaba a que se fisgonearan todas y ya después entraba en joda a bañarme, por lo que siempre solía llegar tarde a misa, bueno siempre llego tarde a todas partes...

Después de esto el desayuno, la neta, bendito desayuno, sólo por esto podría decir que se salvan los encierros y ya después una serie de acividades que no podré relatarles porque se guardan peor que secreto de estado, que porque según cada quien vive su experiencia diferente y no se vale que te la cuenten... pues a mi me fue de madres

DIARIO DEL ENCIERRO

DÍA 1.-
Ya el primer día, con el primer baño y la primer misa al cruel frio me empezó a moletar la garganta...chingao....con lo delicada que soy...tenía que ser en este momento en que estaba encerrada, sin mamá, sin medicinas, sin contacto con el mundo externo más que por un pseudo correo que hacían los organizadores... me llegaban cartas de mis hermanos...ánimo hermana, mi mamá narrándome los partidos de futcho de mi papá contra mis amigos, mis amigos con el "vive la experiencia al máximo"... hasta ese momento las cartas era agradecidas...

DÍA 2.-
El segundo día la garganta me dolia más, peor aún, ya traía una fiebre de la chingada y nadie allá adentro me pelaba, los organizadores, por estar en sus actos y dinámicas, mis amigas socializando y yo solo queria que nadie me hablara y que me recluyeran en alguna celda de castigo para dormir y salir del mundo de sufrimiento por el que estaba pasando...pd. segundo día+fiebre+misa mañanera= me estoy murieeeennnndoooo!

Día 3.-
Tercer día, ya no tengo voz, la garganta esta cerrada, sigo con fiebre y baños matutinos, ya no puedo ni disfrutar los manjares de las comidas porque no puedo tragar, el correo que trae cartas de ánimo y yo que no puedo regresar una de vuelta que diga...mamá: sácame de aquí! ni una méndiga lechuza como en Harry Potter... ni una pinche paloma cagonera mensajera y para acabarla de joder...en la tarde una voz proveniende de no se que parte nos ha leído unas cartas a cada uno de los aquí encerrados, voz proveniente de no se que parte, no seas mala onda, dame mi carta y la leo en mi casa, no me interesan las de los demás, ya me quiero largar o si eres más poderosa...has que me desmaye aquí en medio patio y me lleven a la cama porque en verdad que ya no aguanto... nada??? me lleva pifas!

DÍA 4.-
El último día después de ponernos nuestras alas y quitarnos los cuernos, literalmente hablando, salimos de nuevo a las calles a ver la luz del sol y nos llevaron caminando como 8 cuadras que a mi me parecieron kilometros a reencontrarnos con nuestros progenitores y andando a pleno rayo del sol y cantando los cánticos que tuvieron a bien enseñarnos adentro, mismos que no me aprendí por la baja concentración en las tareas y la alta concentrancia en aquello de "me muero y nadie me pela" y que además no podría cantar por naaada del mundo, ya no había voz e ab-so-lu-to.

para no hacerla más larga...caí en cama por una semana, tapada a lo total por aquello de los ventarrones y viviendo enclaustrada todo ese tiempo, nomás faltaba que mi mamá me metiera la comida por debajo de la puerta como vil delincuente peligroso para que no me diera aire, me dieron un tratamiento que me ha dejado sin anginas y con una recepción de virus impresionante...de que me sirvió??? me jodí la vida...pero viví la experiencia....

madres que!